“Me han aplicado un tercer grado brutal sin opción a defenderme”

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    26/10/2012 – Després de ser apartat de les seves funcions i com a conseqüència deixà el grup municipal del PP, David Gómez explica al Diari de Badalona en exclusiva el seus sentiments professionals i personals dels fets i més.

    La passada setmana, un comerciant de Sant Roc va presentar una denúncia contra el coordinador del barri, Antonio Cortés, i el regidor del PP David Gómez per un presumpte cas d’extorsió. Segons la demanda, que adjunta conversacions telefòniques amb el coordinador com a prova, el comerciant va ser pressionat per pagar 6.000 euros i evitar així el tancament del seu segon bar al carrer de Xile. Cortés va ser destituït de immediat i Gómez, després de ser apartat de les seves competències per part de l’Alcalde, decidí deixar el grup municipal del PP per passar a ser edil no adscrit al Ple. Aquesta és la primera entrevista en profunditat que el regidor concedeix per parlar de tots els fets i molt més.

     

    Primero de todo, ¿cómo está?

    Estoy dolido. En este partido he creído desde 1999. Llegamos con mucho esfuerzo, trabajo e ilusión a las elecciones. Ahora, creo que no han estado a la altura. Cuando Albiol ha necesitado ayuda, yo siempre he apoyado su gestión, estuviera o no de acuerdo. He demostrado una lealtad al PP que no se puede reprochar y estoy tocado porque se me ha dado de lado y me ha afectado mucho. No me esperaba una patada así, ni que ahora traten de hundir mi carrera.

     

    ¿Qué es lo que más le duele?

    Por encima de los partidos están las personas y hay que tratarlas como tal. No entiendo qué cambia en 12 horas de una decisión a otra. No me parecen válidos los argumentos. Siento que ninguno de mis compañeros se ha preocupado por mí, ninguno me ha llamado. En parte lo entiendo, porque sé que están debajo de una doctrina y que hay personas que han sido presionadas y han estado advertidas a nivel laboral para que no hablen conmigo. No obstante, he recibido apoyo de compañeros del PSC, CiU y del alcalde de Sant Adrià. Si primamos los aspectos políticos por encima de las personas, poco nos queda para ayudar a la ciudadanía.

    ¿Se podría decir que ha vivido en sus carnes las maneras de hacer de este gobierno?

    Me han dado con nuestra medicina. Me han aplicado un tercer grado de una manera brutal y sin derecho a defenderme. Me siento apaleado por mis propios compañeros.
     

    Es uno de los directos implicados. ¿Cuál es su versión de lo ocurrido?

    Primero, dejar claro que Antonio Cortés no es coordinador mío, sino de Convivencia y Participación Ciudadana, por lo que es coordinador del señor Miguel Jurado.
     

    Es el argumento del alcalde… Entonces, ¿quién dirige a Cortés?  

    Él está adscrito al departamento de Miguel Jurado y bajo su responsabilidad directa. Es de San Roque, de etnia gitana, y convivía en el distrito con nosotros y con mi coordinador de distrito. Yo en ocasiones había advertido al señor Jurado de que tuviera precaución con las expresiones de este señor y con qué lo autorizaba porque podríamos tener problemas.
     

     

    ¿Por qué le apartan a usted?

    El Alcalde primero me dice que contra mí no hay nada, pero que prepare los expedientes de los cierres. También he de destacar que el expediente de este cierre en concreto es de disciplina urbanística, no es tampoco de mi ámbito. Al día siguiente me llaman y el Albiol me pide la dimisión para salvar su imagen y la del gobierno. Le dije que si yo dimitía, quien quedaba manchado era yo. Me cesa de mis funciones y me dice que no ve nada contra mí, que era una medida temporal y que en dos o tres meses todo volverá a la normalidad. En ese momento me derrumbo y me voy a llorar al baño como un niño pequeño, porque creía que la decisión era injusta; que se me estaba aplicando un tercer grado que no se había aplicado, por ejemplo, con el señor Jurado. A él le apoyó y a mí, no, y eso se lo dije. Me aconsejaron que me fuera unos días de vacaciones, pero les dejé claro que a la mañana siguiente saldría a la calle con la cabeza bien alta porque no tengo nada que esconder.
     

    A partir de ahí….

    El miércoles, el alcalde me ignora, y el jueves me levanto, veo los titulares otro día más y decido salir a defenderme. A mí no me habían dado la posibilidad de defenderme ante los medios. No dejaron que el periodista de El Periódico ni ningún medio público hablara conmigo. El jueves solicito pasarme al Grupo Mixto y convoco una rueda de prensa comunicando mi baja del partido. No fue una decisión fácil. Fue uno de los momentos más duros. Igual que el miércoles, cuando llegué a mi despacho y en 24 horas prácticamente me habían desalojado de mi lugar de trabajo.
     

    ¿Jurado tiene más apoyo que usted?

    Jurado tiene un pequeño ayuntamiento montado dentro del Ayuntamiento y a veces he llegado a pensar que es el alcalde en la sombra. Yo tenía relación con Cortés, pero la responsabilidad directa es de Jurado. Se me sacrifica a mí porque Cortés me nombra a mí, pero el argumento del Alcalde de que no he controlado a mi coordinador, es falso, porque eso le pertocaría a Jurado. Las piezas del puzzle no encajan y yo pienso que había algo detrás de todo esto.

    ¿Cómo qué?

    Una semana antes de los sucesos, había rumores de que el siguiente en la lista del PP que podía sustituirme empezaba a celebrar su entrada en el gobierno. Casualmente es la persona que estaba antes como coordinador en San Roque, el señor José María Diez Casquero.

     
    ¿Todos estos rumores y conflictos provienen de las disputas internas del partido?

    Seguramente. Yo creo que detrás hay una disputa fuerte. Hay alguien que tiene mucho poder, que se llama Miguel Jurado. Conoce la administración por dentro y eso le aventaja. Mueve hilos a su antojo.
     

    Hace escasos días, se dio a conocer que, junto con Riera y Lerma, Jurado está denunciado por la hermandad rociera La Esperanza por presunta violación de domicilio, cohecho y tráfico de influencias.

    Yo estaba presente el día que se entró en el local para vaciarlo. Me hicieron ir allí con el jefe de la Guardia Urbana y con un cerrajero, que reventó con una radial la puerta. Empezaron a desalojar todo lo que había dentro. Yo dije que no había orden judicial y que nos estábamos metiendo en un lío. Cuando Jurado se dio cuenta, decidió volver a dejarlo todo y precintar el local. Ahora le pido al Alcalde que sea coherente, y que si Jurado está imputado, que también lo cese de sus funciones.
     

    ¿Y por qué cree que no lo ha hecho?

    Creo que tiene demasiado peso y el Alcalde cree que sin Jurado el Ayuntamiento no puede sobrevivir. Yo le dije al Alcalde que sin Jurado gobernaría mejor, sin presiones, espectáculos…muchas de estas cosas están promovidas por este señor. Ya debería haberlo apartado del gobierno y haber proseguido con la comisión de investigación de las colectas y se sabrían muchas cosas.
     

    ¿Por ejemplo?

    Quién realmente ordenó la recaudación. Porque se apaleó públicamente a un guardia y no hace más que cumplir una orden. Yo fui testigo de aquella orden. Y yo se lo expliqué al alcalde.
     

    ¿Quiere decir que Jurado ordenó las colectas?

    Yo llegué de Barcelona con el agente en cuestión, nos sentamos en la mesa de un restaurante al lado de Miguel, que estaba comiendo con unos empresarios. Escuché como Jurado les decía que necesitaba dinero para la fiesta de la Guardia Urbana. Acto seguido le dijo al guardia que recogiera el dinero de los empresarios. No sé si hubo legalidad o ilegalidad, sólo que se linchó a un guardia que recibió una orden de alguien que es realmente el impulsor de la situación.
     

    Pero el agente se extralimitó porque no es su función.

    Jurado tiene la mala costumbre de mandar a sargentos y cabos, y él debe saber que hay jerarquías, y que sólo puede establecer directrices. Los que saben de seguridad son los policías, y el señor Jurado, no. Y no puede saltarse los mandos. Es la única manera de dignificar el cuerpo. ¿Cómo puede sentirse un intendente cuando se le salta y se da una orden directa a alguien por debajo de él? Se necesita una reconducción de la Guardia Urbana, porque lo que pasa ahí dentro es grave. Al final, los ciudadanos pueden sufrir las consecuencias.

    ¿De qué forma?

    Imagínate que mañana, el sector que está ‘mosqueado’ decide hacer una huelga de brazos caídos. En la calle hay una sensación de inseguridad que no es normal, y creo que viene producida por esta división. Jurado debe escuchar a todas las partes y no ha de jugar con el cuerpo.
     

    ¿Alguna vez le han presionado para que sea más estricto, en cuanto a cierre de locales, con algún colectivo de comerciantes en concreto?

    Una de las premisas es que el listón había que subirlo en ciertos casos, como parte del ‘espectáculo’. Igual que ir siempre con mucha policía, mucho movimiento, para que pareciera que la reacción era inmediata y que las políticas son policialmente agresivas, aunque al día siguiente el negocio volviera a abrir.
     

    Pero usted también formaba parte de este espectáculo.

    Yo formaba parte, sí. Siempre hemos querido cambiar la orientación del tema de las inspecciones de comercios. Era una prioridad. Todos mis cierres han sido efectuados por los técnicos, y yo nunca le he dicho a nadie que había o no había que abrir o cerrar. El criterio era perjudicar lo menos posible al comerciante si no había problemas de sanidad, eso sí. En ese sentido estoy muy tranquilo. Otros quizá no lo están tanto. Los cierres efectuados por seguridad, por ejemplo, eran más políticos que de contenido. Igual que la famosa fotografía de la calle Chile. Aquellos bares no habían sido cerrados de la forma más correcta posible. De todas maneras, el PP tiene una premisa que es ir contra un cierto colectivo social; es lo que da rendimiento político, y se cumple de forma estricta.

     
    ¿Cómo valora la gestión, una vez fuera del gobierno?

    Pienso que las cosas no se han hecho como se tendrían que hacer… Es la táctica que ha dado resultado hasta ahora. Aunque puedo no estar de acuerdo. No todo vale.
     

    ¿Y en la calle?

    Hay de todo. Hay quienes apoyan al PP, y no te hablo de estas plataformas que han salido últimamente.
     

    ¿Quién crea la ‘Plataforma de apoyo  alcalde Albiol’?

    El ideólogo es el propio Albiol, y es Miguel Jurado quien empieza a mover contactos para que esto vaya hacia delante y de adoctrinar este colectivo. Si quieres llevar algo así en secreto, qué mejor que hacerlo a través de Miguel Jurado! (risas). Aunque luego, a los pocos días, todo se acaba sabiendo en la calle. Yo nunca he querido participar de este tipo de cosas. A mi coordinador le dije que nosotros estábamos para gestionar la ciudad y no para crear más tensión y conflicto repartiendo este tipo de cosas.
     

    El PP para llegar al poder tuvo que hacer muchas promesas. ¿Quién ha sido el más endeudado en este sentido?

    Quienes más compromisos tenían eran el alcalde, Jurado y Lerma, que son los que más han prometido en cuestiones laborales. Esto siempre lo he denunciado porque pasaba en San Roque. Allí se hizo una campaña en la que Lerma iba de regidor de distrito y prometió mucho. Allí se sacó la mayor mayoría de nunca. Cuando llegó la hora de gobernar, Lerma decide que prefiere marcharse porque sabía que no iba a poder cumplir los compromisos y eso sería un problema, por lo que pide un cambio de distrito. San Roque tiene memoria y no lo perdona. Sabe que este señor fue a pedir unos votos y que cuando tocó estar a la altura, les abandonó. Por eso, cuando Lerma va a San Roque, hay gente que le increpa. Me han venido muchas personas pidiéndome lo que se les prometió. Badalona se merece una ciudad tranquila, que tenga políticos honrados, que se ayude a las personas.
     

    Pero este clima lo ha generado el PP.

    Puede ser. Con los rumanos, por ejemplo, a pesar de mucho decirlo, sabemos que no se les puede echar. Puede que ahora haya más sensación de inseguridad, aunque estos datos se manejan dependiendo de quién te los cuente. El ciudadano es quien sabe la verdad. Si soy un comerciante y me han robado tres veces, sé lo que pasa, aunque me digan que hay 40 agentes de guardia. Al final, todo esto no tiene recorrido. Cuando de aquí a un año, las comunidades conflictivas sigan teniendo problemas y no los puedas resolver porque te has cargado a los equipos de mediación del Ayuntamiento, ¿qué haces? ¿Qué explicas? ¿Que ya estaban y es imposible quitarlos? Meterse en esta dinámica es complicado. Si sabes que la puedes solucionar luego, bien, pero sino, es muy complicado.
     

    ¿Han vivido un año de gobierno basado en la mentira?

    Yo creo que se ha trabajado con esfuerzo e ilusión. No hemos tenido la experiencia necesaria, seguramente, aunque hay que ser valiente para afrontar un gobierno sin tenerla. Quiero entender que se ha hablado de cosas de forma inconsciente, como del tema de los libros y ahora recientemente el de Canyadó.
     

    Se dijo del Párking de Canyadó que no había salido rentable porque hay cosas que tienen que dar servicio y no rentabilidad.

    Alguien debería dar indicaciones y hacer balance de qué se pagó, a quien, y más cosas…
     

    ¿Se ha engañado entonces al electorado?

    Quizá se ha sido inconsciente al prometer cosas que no se podían cumplir una vez en la administración. El tema de los libros de texto, por ejemplo, estaba calculado en 3 millones de euros. El desconocimiento era tal que, cuando nos pusimos a echar cuentas, vimos que para cumplir aquello teníamos que gastar 7 millones. ¿Estaba premeditado eso? No te sabría decir si se sabía o si tropezamos con el desconocimiento de la administración y la inexperiencia. También me siguen recordando las promesa de las bonificaciones del 50% de las terrazas de bar, que tampoco se ha podido hacer. Luego hay otras cosas que sí han salido bien, como la policía de barrio; se puede discutir su efectividad y su funcionamiento, pero eso se cumplió.
     

    ¿Cuánto vale una promesa electoral?

    La solución adoptada para el tema de los libros creo que al final no ha sido la mejor, porque ayudar indiscriminadamente sin tener en cuenta las rentas no es la mejor manera de hacerlo. Es tirar dinero a la basura. Pero entiendo que la presión en la calle era acojonante. Era una de las banderas de promesa electoral. Al final, de esos 2 millones se tendría que haber destinado una parte a becas comedor, porque ahora el absentismo escolar en determinados barrios aumentará, y es muy preocupante. Realmente hay niños que hacen su comida más importante del día en la escuela gracias a una beca de este tipo.
     

    Si esto es cierto, si ustedes sabían que reducir la aportación para las becas se traduciría en esto, ¿cómo pueden no priorizarlo?

    Porque no es prioridad política. Porque seguramente sea prioridad política que las calles estén limpias, aunque tampoco lo están. Es más rentable hacer una gran intervención policial o que la Unidad Omega saque a palos a alguien de un casal independentista, porque es lo que más se comenta. Política de aparador, no para afrontar los problemas.
     

    ¿Por qué no ha luchado más para evitarlo o cambiarlo?

    Me he peleado con el alcalde, le he pedido muchas cosas, pero nunca he sido santo de su devoción. Porque yo no he sido un concejal que haya tenido que consultarlo todo. He sido bastante autónomo según mis criterios y según las opiniones de mis técnicos, mis coordinadores y los trabajadores de mi departamento. Quizá eso ha sido un motivo para que él no me haya hecho tanto caso.
     

    Estos días han ido saliendo las diferentes listas electorales para los comicios al Parlament. Sonia Egea aparece en el 15º lugar; Albiol, penúltimo. ¿Es un castigo por parte del PPC?

    Yo no me siento castigado. Me es indiferente. Me sorprendí, porque, inicialmente, parecía que había algún pacto para que Albiol fuera el 2 en las listas. Me sorprendió que Camacho propusiera que él las cerrara. Pero bueno, Albiol tiene que saber que dentro de su partido tampoco tiene todos los amigos que cree tener. El alcalde de Castelldefels va segundo, es más moderado, una política menos crispada, y Sánchez Camacho ha decidido priorizar eso.
     

    Ahora su vida política queda marcada por este cambio. ¿Quizá su reacción ha sido demasiado en caliente? ¿Se ha planteado pedir tu retorno al partido si la denuncia no entra finalmente a trámite?

    No, la decisión es firme. Lo que me sabe mal es que el alcalde no haya estado a mi lado, porque lo mas fácil para él era salir a defenderme, defender mi inocencia hasta que alguien dijera lo contrario. Yo muero políticamente, pero he tomado una decisión firme respetándome a mi mismo. Ahora dirán lo que quieran de mí, que lo he hecho mal todo.
     

    ¿En qué posición queda ahora usted?

    Continúo ostentando el cargo de regidor pero no pertenezco a ningún grupo político. Ahora me dedicaré a estar en la calle, a escuchar a ciudadanos, a comerciantes, a asociaciones de vecinos, a defender problemas del barrio; presentaré mociones, instancias, y trabajaré fuera de la disciplina del PP, y dispuesto a llegar acuerdos con la oposición, e incluso con el gobierno. Si lo que piensa el gobierno es que despreciándome a mí van a conseguir algo, están equivocados.
     

    En la calle no tiene mucho sentido que siga en solitario porque ese asiento lo ganó bajo unas siglas.

    Para mí sí, aunque ya no esté bajo unas siglas, creo que he ayudado de una manera importante a que esas siglas estén donde están y me he jugado mucho. Por lo tanto, si también lo he luchado, y cuando me tienen que defender no me defienden, yo no me voy porque he trabajado para estar aquí. Y si usted no me defiende, trabajaré por mi cuenta.
     

    ¿Cómo queda su sueldo?

    Lo económico es lo de menos. Esto lo hago por cuestión de honorabilidad.
     

    Honorabilidad y salario podríamos decir también.

    Yo le he dicho al secretario que aunque me dejen sin sueldo, no dejaré mi papel de regidor. No es cuestión de 1.000 euros al mes
     

    ¿Cómo le sienta que le llamen tránsfuga?

    Yo también estoy enfadado y decepcionado, como dice el alcalde. No fue una decisión fácil dejar el partido.
     

    Se apresuraron a decir que era un regidor insolvente.

    La vida es muy dura a parte de la política. No todos tenemos la suerte de estar desde los 18 años en política como el señor Albiol, en un partido y cobrando de las instituciones públicas. Cuando has sido ciudadano y empresario, has estado en la calle, sabes lo que hay y yo le diría al alcalde que dejara la política e intentara montarse un negocio. Pero, a parte de eso, no voy a entrar en un tú más o yo más.
     

    ¿Qué opinión se tiene del DIARI DE BADALONA en el gobierno ‘popular’?

    (Risas) Consideran que es un diario de izquierdas muy cercano a los socialistas, ideado para derrocar al gobierno.
     

    Por eso seremos la única publicación de la ciudad en la que el Ayuntamiento no pone nada de publicidad.

    De eso se encarga el Departamento de Comunicación, es una responsabilidad de ellos aunque no me extraña si los que gobiernan piensan de esa manera.
     

    ¿Quiere añadir algo más a todo lo que hemos comentado?

    Que nadie se piense que yo me quedo aferrado a una silla por 1.000 euros, sino por una cuestión de honorabilidad. Cuando me presenté, detrás de mí había muchas personas que me han demostrado su apoyo y yo seguiré trabajando por ellas y por la ciudadanía, aunque un señor me haya querido quitar de en medio. Badalona merece que no todo sea orden y mando, que haya gente que empuje de otra manera, y yo voy a defender ese lado más moderado.