“Esto es un polvorín y sólo queremos evitar que acabe estallando”

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    06/07/2012 – Ante la ineficiencia del anterior y el actual gobierno municipal para solucionar los problemas del barrio, la AVV Juan Valera ha puesto en marcha la iniciativa de recopilar las preocupaciones de la calle, poner soluciones sobre la mesa y recoger firmas para reclamar actuaciones de la administración local.

    El pasado 10 de junio una batalla campal en la calle Juan Valera con la calle Nápoles puso en alerta a un vecindario que, parece, ya ha visto demasiadas escenas de violencia en la puerta de sus casas. Se trata de un vaso que lleva años llenándose, gota a gota, y se encuentra al borde del colapso por culpa del incivismo y de una convivencia complicada debido a la absorción de personas extranjeras que el barrio de La Salud lleva ejerciendo de un tiempo a esta parte. Concienciados de que si ellos no solucionan sus problemas, nadie lo hará, la Asociación de Vecinos de Juan Valera ha protagonizado en los últimos días una gran actividad en pos de recoger las preocupaciones latentes en las calles y el pasado miércoles llevó a cabo una asamblea con decenas de vecinos para decidir qué camino tomar en la resolución del conflicto. Aunque se pusieron sobre la mesa acciones más “contundentes”, dicen los miembros de la AVV, finalmente se optó por una recogida de firmas con el objetivo de transmitir a la administración local que la zona necesita más seguridad, vigilancia y ayudas sociales.

     

    El presidente de la entidad, Luís Moreno, explica que parte de las personas del barrio apuntan como culpable de todos los incidentes al colectivo de gitanos de origen rumano que puebla La Salud, pero nada está más lejos de la realidad, y eso también lo tienen en cuenta el otro puñado de vecinos y vecinas. Cuentan los miembros de la asociación que hace pocos días unos contenedores fueron quemados en la calle Nápoles. Las llamas hicieron que los cristales de los pisos inferiores se resquebrajaran, aunque sin llegar a desprenderse; de haber caído, el fuego habría prendido con facilidad el interior de las viviendas y, lo más grave, es que justo delante del portal por el que se sale de esas casas se encontraba el origen del incendio. “Aquello se hubiera convertido en una ratonera”, lamenta Moreno, quien también afirma que los causantes del accidente fueron jóvenes de nacionalidad española. “Lo único que queremos es que se actúe y se sancione a aquellos que delinquen, sea de la nacionalidad que sea”, demandan desde la AVV.

     

    La problemática creada alrededor de la presencia de gitanos rumanos en La Salud ha alcanzado en los últimos dos años un nivel mediático muy considerable debido, casi básicamente, al bombo que el actual alcalde, Xavier Garcia Albiol, hizo a través de los más que conocidos panfletos y su promesa electoral de expulsar a esta comunidad de Badalona. Luís Moreno destaca que la difícil convivencia con el colectivo rumano no es el único problema del barrio y que “quitar los bancos de un parque o cortar el agua de las fuentes” no es la solución: “No vamos en contra de nadie, sólo queremos soluciones. Diremos las cosas buenas y diremos las cosas malas de todo el mundo”.

     

    El problema es nuestro, nosotros lo debemos solucionar”. Eso rezaban las pancartas colgadas por las calles como llamada a la asamblea del pasado miércoles y, al parecer, fue una frase recriminada por parte de personal del Ayuntamiento porque, decían, “causa violencia”. Para la asociación vecinal, los problemas existían con el PSC y siguen existiendo con el PP; ni unos ni otros los han solventado y reniegan de politizar una serie de cuestiones que les atañen y que, muchas veces, son utilizadas para desgastar al gobierno de turno, de ahí que tomen su propia iniciativa.

     

    La cuestión, sentencia Luís Moreno, es que hay gente que lleva toda la vida viviendo en Juan Valera, autóctonos, que cada día se recorre los contenedores de basura tres veces porque no tiene nada y se le han terminado las ayudas sociales. “Cuando alguien no tiene para comer, intenta buscarlo, y si no lo encuentra y tiene dos hijos a los que alimentar, a veces no queda más remedio que robar. Esto es un polvorín que un día estallará, y queremos solucionarlo antes de que pase”.