01/02/2013 – Parlem amb el president de la Federació d'Associacions de Veïns de Badalona, Manolo López, sobre la situació del moviment veïnal.
A día de hoy: ¿Cuál es la situación del movimiento vecinal?
Catastrófica. Evidentemente nosotros tendremos parte de culpa, pero el gobierno nos ahoga económicamente, nos desprecia y habla mal de nosotros a los vecinos. La consigna del Ayuntamiento y de Albiol es que el movimiento vecinal no sirve, que no somos creíbles, porque somos de izquierdas, que pasa de nosotros y que con él lo tenemos mal. En los dos años que va a hacer de mandato no se ha reunido con nosotros.
¿Antes de llegar a la alcaldía sí se reunió con vosotros?
Sí que se reunió con varias asociaciones, sino él, el regidor Miguel Jurado, que sabe cómo funciona el movimiento vecinal y ha sido quien se lo ha explicado. Jurado fue compañero nuestro, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, y presidente de la asociación de Canyet. Cuando él estaba aquí, a este lado de la mesa, apretaba al gobierno de turno todo lo posible para que las subvenciones llegaran en marzo, abril; entonces lo luchaba. Ahora todo lo contrario: nos humilla y no nos hace llegar el dinero.
La razón primera es que las arcas municipales pasan por serias dificultades.
Nosotros sabemos que no hay dinero y hay prioridades, problemas sociales muy grabes. Reclamamos nuestras subvenciones, pero antes de llegar hasta este punto hemos aceptado la rebaja de nuestro presupuesto durante cuatro años seguidos, hemos aceptado ser trasladados al local actual, mucho peor y más pequeño que el anterior, y además es compartido. La federación tenía una subvención cercana a los 50.000 euros, y a día de hoy está en 24.000 euros. Ya no aguantamos más porque llevamos todo el 2012 sin ver un duro. Incluso, hay asociaciones que han terminado de recibir la subvención de 2011 este mismo enero. Hemos tenido que despedir a la administrativa, la única persona contratada de todas las entidades vecinales. Sin esta persona, nuestro funcionamiento es mucho más lento y complicado. Nos vamos turnando como podemos, pero la cantidad de información y de asociaciones que hay en esta ciudad requieren una persona que dedique su tiempo a esto.
Y con los tiempos que corren, ¿estos recortes y atrasos no son relativamente comunes?
Esto no ha pasado en ningún municipio de Cataluña, ni en otros que gobierne el PP. Todas las asociaciones vecinales han cobrado gran parte o la totalidad de la subvención de 2012. Es que, sino, no se puede trabajar. Por eso el sábado pasado la confederación de todas las entidades vecinales de Cataluña (CONFAVC) decidió llevar a cabo en Badalona el consejo confederal, para darnos su apoyo.
¿Qué opinan el resto de asociaciones y federaciones de lo que sucede aquí?
La confederación no se creía nuestra situación, que nos traten como un cero a la izquierda; consideran que Badalona no pueden tener un gobierno como éste, que no es democrático, que si hay que echarlo, hay que echarlo, y la oposición tendría que ponerse en marcha. No puede ir el alcalde a los bares a explicar las cosas que hace en el barrio, poniendo a parir a las asociaciones y sin informarnos de nada.
¿Cuando Albiol organiza encuentros vecinales en locales o bares de los barrios, no avisa a la AVV de la zona?
Si las asociaciones no son muy amigas y allegadas, nunca las avisa. El sábado se hizo una presentación en Sistrells y la asociación no sabía nada. Nosotros sabemos lo que pasa en nuestras calles y quizá podemos dar ideas, pero pasan de nosotros.
El sábado vino CONFAV con las 22 federaciones.
Ahora tenemos una asamblea y hay que decidir qué hacemos: rendirnos e irnos a casa o construir un frente común y plantar cara a la situación.
¿Cuál es la sensación a pie de calle de la situación actual, del gobierno local?
Que tenemos un gobierno que va a lo suyo: “quito las becas comedor y pongo una escalera eléctrica en Santo Cristo”. Muchas personas son conscientes de que es algo necesario, pero que hay cosas mucho más necesarias en estos tiempos. Actualmente gobierno y ciudadanos tendríamos que ir y luchar juntos contra todos los problemas que se nos presentan: paro, pobreza, crisis, desahucios…
¿Es el peor momento del movimiento vecinal?
Muy probablemente sea así. Nosotros tampoco somos capaces de tirar para adelante. Nos cuesta tirar de la gente. Hace muchos años que el movimiento vecinal existe, y quizá sea uno de sus momentos más bajos.
¿Se refiere a una desafección de la ciudadanía hacia las asociaciones?
No lo creo. Seguimos organizando cosas, fiestas y actos. En la lucha social, no obstante, la ciudadanía está desengañada y cuesta volver a activarla. Y de momento no encontramos el clic.
Quizá es necesaria una renovación…
Eso hablábamos el otro día en nuestra junta. Nos tenemos que reinventar. No somos capaces de conectar ni atraer gente y esto hay que arreglarlo.
Pero a pesar de ello, con el inicio de la crisis y cuando aprieta las necesidades, mucha gente busca el apoyo de las AVV. A partir de la FAV, por ejemplo, surge la PAH, hace unos dos años.
Para echar un cable sí estamos desbordados. Tenemos con nosotros la plataforma de las hipotecas, la de las preferentes, la de los parados; Damos acogida a todo el que lo pide y ya no cabemos aquí. Hay asociaciones, incluso, que han dado o están dando cobijo a alguna familia que se ha quedado sin techo bajo el que dormir. En esos casos, los vecinos se vuelcan, llevan comida. En este sentido la cooperación sí es máxima. Hemos organizado conciertos benéficos para recoger juguetes, dinero, alimentos, junto con Voluntaris Badalona. Para eso estamos, al fin y al cabo.
Ellos dicen que ustedes dedican su presupuesto a las fiestas de barrio.
Esto es muy fácil. Yo entrego el libro de cuentas de la asociación y ahí viene todo. Claro que hacemos fiestas, mucho menores que años atrás, evidentemente, pero son con dinero que recaudamos entre los comerciantes del barrio. En la mía, en Lloreda, en verano recaudamos un dinero, la mitad del cual dedicamos a alimentos solidarios, y el resto para hacer una sardinada. El dinero público está justificado muy claramente: clases de informática, clases de catalán, cursos, mantenimiento del local, pago de una pista para que los chavales del barrio hagan deporte. Además, ¿qué se piensan? Nos dan 4.000 euros al año; pagando luz, agua y mantenimiento de locales esa cantidad vuela.
¿Cuál ha sido el presupuesto de este año?
Una media de 4.000 euros por asociación, y los 24.000 de la federación: poco más de 200.000 euros. Nosotros costamos mucho menos de lo que Jurado y el gobierno dicen, porque hacen trampas en las cuentas, y yo a él se lo he dicho: cuando quieras, vamos a un medio de comunicación y lo hablamos para que se demuestre.
Hablan de un 40% de recorte en el presupuesto de las asociaciones, este 2013.
Será una locura. Yo creo que hablan de un 40% para luego reducir un 20% y que no parezca tan descabellado, aunque será una locura de todas formas. Ahora tenemos una asamblea y está claro que tenemos que buscarnos las castañas, subsistir, renovarnos, y hablar con el Ayuntamiento de que estamos de acuerdo en rebajar nuestro presupuesto, pero haciendo una reformulación del tejido de asociaciones. De todas formas, viendo las reducciones que hacen en otros apartados, que son mucho más necesarios que los nuestros, no me extrañaría que nos pegaran un tijeretazo sin mucho miramiento. Estamos en enero de 2013, no hemos cobrado nada de 2012, no hay presupuesto aún, ni se aprobará.
¿Reformulación del modelo de asociaciones de vecinos? ¿Esa es la fórmula para subsistir?
No podemos permitir que las asociaciones desaparezcan. Ni aquí ni en ningún sitio. Estamos dispuestos a reducir las 45-50 asociaciones que existen. Desde hace años venimos diciendo que podemos adaptarnos a una por barrio. Lo hemos hablado entre muchas asociaciones, y la mayoría está de acuerdo. Se trata de unificar asociaciones y así racionalizar gasto. Pero hay que sentarse con el gobierno local y hablar. Tiramos unas bases y a partir de ahí, nosotros lo trabajamos. Cuando Jurado estaba aquí con nosotros, esto ya lo hablamos y él sabe que se puede hacer. L’Hospitalet tiene más habitantes que Badalona y la mitad de AVV. Sabemos que la salida es unificarnos, con este gobierno o con cualquiera. Pero ahora no se quiere sentar nadie a escucharnos.
¿Creéis que hay algún motivo para que este gobierno sea poco dado a tratar con las asociaciones de vecinos, como dice?
Nos ve como enemigos. Pero aquí todos queremos lo mismo. Lo que hay que hacer es hablar, o al menos que nos escuche, luego la última decisión será suya. No puede decir: “Yo soy el alcalde, vosotros sois mi enemigo y os voy a borrar del mapa”. Nosotros estamos con los vecinos, día a día, podemos aportar muchas cosas. Si seguramente él se irá algún día y nosotros seguiremos aquí…
Pongámonos en los peor: las asociaciones de vecinos empiezan a desaparecer. ¿Qué pierde el ciudadano?
Se perdería mucho. Badalona tiene asociaciones desde hace más de 50 años, que hicieron montones de cosas por urbanizar los barrios. Hemos participado, reivindicado muchas cosas de nuestras calles, aparcamientos, reformas necesarias. En el día a día, tú estás acostumbrado a ver ahí en tu calle la asociación y piensas que no hace nada; parece que no, pero se notaría muchísimo. Llevamos casi dos años sin participar en nada porque no se nos tiene en cuenta y mi barrio, particularmente, está peor que nunca: se rompe un banco y en vez de arreglarlo, lo quitan; si se rompe un pivote, no lo reponen…si hacen lo mismo con las farolas, ya mismo viviremos a oscuras. El regidor de mi distrito no nos hace caso, no se reúne con nosotros, no atiende a nuestras propuestas. Hacen a sus anchas. Cuando un vecino tiene un problema, casi siempre se dirige a la asociación, y a partir de ahí nosotros le recomendamos, los desviamos, lo guiamos.
¿Qué cree que hay que hacer para evitar llegar hasta ese punto?
Ponernos de acuerdo y pincharle en el culo a la oposición. Nos gobiernan mal, pero la oposición también tiene delito. ¿Dónde están? El PP tiene minoría, ¿por qué no se le echa? Es que los que nos quemamos somos los ciudadanos. Me defrauda que no estén haciendo nada los partidos que son de la calle como nosotros, que muchos de sus integrantes se han hecho con nosotros, con las asociaciones de vecinos. Tenemos medio hecha una comisión ciudadana, con los sindicatos, los partidos de la oposición, AMPAs, nosotros… lo paramos para las últimas elecciones autonómicas, y ahora volveremos a ponernos en marcha. Hay que unificar frentes, porque si vamos por separado no conseguiremos nada. No se puede pensar en una ciudad sin movimiento vecinal. No nos enteraríamos de nada, harían y desharían a placer.